La reforma electoral: gran oportunidad.-Enrique Ibarra Pedroza

Jal.| 12 jul. 2014
A Miguel Heded Maldonado, un abrazo. La discusión que se lleva en el Congreso local sobre la reforma electoral, representa una gran oportunidad para reconstruir nuestras instituciones y los mecanismos de participación ciudadana en Jalisco. La reforma requiere de una profunda reflexión y gran voluntad política para tener visión de futuro. Desafortunadamente, la misma se mantiene estancada debido a que el PRI no ha tenido la voluntad ni disposición de dialogar con el resto de fuerzas políticas. Entre las principales propuestas, destacan las impulsadas por los diputados de Movimiento Ciudadano y algunos diputados del PAN, consistente en reducir el financiamiento público a los partidos, para que el monto de recursos que se les entregan no estén en función de la lista nominal, sino de la participación electoral, es decir, de los votos válidos. Esto no sólo representaría una disminución de los recursos que hoy destinamos para mantener a los partidos, sino, un incentivo para que ellos conquisten a los ciudadanos, para que hagan campañas de calidad y de contenidos, para que salgan a buscar votos. Por otro lado, la reforma, serviría para sacar adelante una Ley de Participación Ciudadana que contemple no sólo la flexibilización de los mecanismos que hoy tenemos en Jalisco, como el referéndum, el plebiscito y la iniciativa popular, sino la ampliación de herramientas para que los ciudadanos intervengan en la vida pública. En este sentido, MC ha planteado figuras como el Presupuesto Participativo, para que los ciudadanos determinen la forma en que se deberán gastar los recursos públicos destinados a inversión pública productiva; la Consulta de Ratificación de Mandato, para reconocerle a los ciudadanos su derecho de evaluar a los gobiernos y decidir si merecen o no continuar en el encargo. Lamentablemente, el PRI ha asumido una postura de cerrazón y no ha querido interactuar con el resto de fuerzas políticas. Esta postura es muy preocupante para la vida democrática, dado que el trabajo legislativo requiere forzosamente de consensos y no de imposiciones, de diálogo y no de monólogos, de representantes dispuestos a legislar por el bien común, y no por intereses particulares. Posdata: Lamenté mucho el deceso de la señora Ma. Isabel Maldonado; ella siempre derramó generosidad y solidaridad a los demás. Un saludo afectuoso a Miguel y a sus hermanos.
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