La UdeG y sus festejos centenario: Enrique Ibarra

Jal.| 20 sep. 2014

"Volvamos a formar de nuevo el pueblo en los niños", fueron palabras de Enrique Díaz de León, en la colocación de la primera piedra de la primaria ordenada por el gobernador Manuel M. Diéguez, donde ahora, 100 años después, luego de proyectarlo como sede del Congreso, permanece el Paraninfo como uno de los espacios emblemáticos de la ciudad.

Era el inicio de una ruta de cambio trazada con gis, que avizoraba un escenario constitucionalista: aparecía la Escuela Preparatoria de Jalisco en el seno de lo que fue la enseñanza religiosa, primero por filipenses, luego por jesuitas: el 15 de septiembre de 1914 se ondeaba la bandera de la laicidad.

 Desde entonces la Prepa 1 se convirtió en uno de nuestros centros de formación académica más importantes, forjador de jóvenes con gran compromiso social y doctrinario al grado que tres de ellos fueron fusilados en 1937, por el fascismo español por defender la causa republicana; Carlos Gallo, tío de mi esposa Lupita, Ricardo Solórzano y Manuel Zavala.

 En 1925, se restaura la Universidad de Guadalajara, con el propio Enrique Díaz de León al frente y cuya rectoría sería una especie de ADN de las transformaciones sociales y políticas de Jalisco. Y es que eso ha sido la UdeG desde su aparición orquestada por Fray Antonio Alcalde, al gestionar ante el rey Carlos IV la creación de la Real y Literaria Universidad de Guadalajara, autorizada en 1791, con lo que el desarrollo de los jaliscienses va de la mano con la extensión de su institución educativa.

Desde la cátedra -ya sea en sus aulas o en espacios abiertos- el debate y la pluralidad de las ideas han caracterizado el devenir académico, como corresponde a todo centro del saber, pero sobre todo, la labor de nuestra Universidad -quizá sintetizada en su máximo inmueble para la exposición del pensamiento como es su Paraninfo-, ha sido la de contribuir en el fortalecimiento de una comunidad cada vez más libre, plural y crítica.

Por ello, celebrar estos 100 años del Paraninfo engalanado desde 1937 por los murales de Clemente Orozco, y los de la Prepa 1, es conmemorar la fortaleza de una sociedad que ha sabido encontrar en su Universidad pública la vía más corta al desarrollo, de ahí que digamos junto con nuestro rector Enrique Díaz de León: "Volvamos a formar de nuevo el pueblo en los niños", en la educación.

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