Solalinde dijo que las marchas constituyen una voz legítima para decirle al gobierno lo que queremos, pero es necesario pasar a estrategias como organizar una red de resistencia civil, pacífica, clara y definida. "Tiene que ser pacíficamente, si no lo hacemos así, nos pasamos del lado de ellos; por eso tiene que ser un cambio pacífico, este México no puede seguir como va".

Precisó que en nuestro país la gente desaparece y es secuestrada, y muchas de esas desapariciones son forzadas y las ejecuta el Estado. Lo que ocurrió en Iguala nos enseña muchas cosas:

"Por supuesto que es un crimen de Estado, ellos quieren cubrirlo con impunidad al decir que toda la tinta se carga sobre la delincuencia y no acepta que fue el Estado el que los atacó con la autoridad municipal, de seguridad, con armas reglamentarias, uniformes y todo el recurso del Estado sobre los estudiantes", agregó.

Enfatizó que el gobierno -antes que él- sabía lo que había pasado y que administraba esta información para aprovechar tiempos políticos.

"No es cierto que le interesa la tragedia, lo que le interesa es sacar provecho electoral de esto; ha estado administrando esta tragedia porque se trata de un control de daños políticos, partidistas. Han estado manipulando la información para beneficio del PRI. El objetivo que se han planteado es que Guerrero vuelva a ser gobernado por ellos".

Dijo que los últimos gobiernos se han comprometido con el mercado financiero, con Estados Unidos y parece que gobiernan para sí y no para nosotros, y eso lo han captado los jóvenes y los normalistas que se han convertido en una piedra en el zapato para el sistema.

"No es sólo el presidente, es toda esta porquería de sistema político que tenemos, que ya se ha vuelto contra los mismos estudiantes y en lugar de gobernarnos es una amenaza, por eso tenemos que empezar algo nuevo, ya no podemos tener a México así".

"La Iglesia Católica ha sido compañera de cúpula de la agenda del gobierno, un gobierno simulador al que le ha dado su lugar como si fuera un gobierno responsable. El Ejército es una institución con mucha corrupción que necesita reformarse", expresó quien ha sido uno de los más férreos defensores de los derechos humanos en el país.

Solalinde agregó que "México es hoy una tumba clandestina" y llamó a los jóvenes a continuar con la lucha.