Homologación del IVA en la frontera norte empobreció a la población de Juárez: Colef

Chih.| 9 feb. 2015

La homologación del impuesto al valor agregado (IVA), parte de la reforma hacendaria aprobada hace poco más de un año, acentuó las carencias alimentarias y, en general, redujo el nivel de vida de los juarenses, especialmente de los estratos de menores ingresos y de 400 mil personas consideradas pobres, sostuvo Alejandro Brugués, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef).

En 2014, la inflación en Ciudad Juárez fue siete puntos porcentuales superior a la media nacional, principalmente en los productos de la canasta básica. En el resto del país el aumento promedio fue de 3.8 por ciento, revela un análisis del Colef titulado Observatorio de coyuntura económica fronteriza.

En entrevista, Brugués explica que el mayor efecto de la homologación del IVA, que incrementó ese gravamen en cinco puntos porcentuales, de 11 a 16 por ciento, se resintió más en la primer mitad de 2014.

En el segundo semestre, particularmente al finales del ejercicio fiscal, la reducción del precio de la gasolina en la frontera (que se ajustó al de Estados Unidos) alivió parcialmente la presión económica sobre algunos segmentos de la población.

La gasolina bajó de 12 a 7.20 pesos por litro (40 por ciento), lo que amortiguó parte del efecto inflacionario en la zona fronteriza, considera el especialista.

Sin embargo, dice, la rebaja sólo tuvo impacto en los costos de transporte, pero no se reflejó en los precios de los alimentos y otros productos.

No están bajando los precios en la frontera; está bajando la gasolina, y esto pone contentos a los automovilistas, pero el resto de la gente sigue igual, subraya Alejandro Brugués.

Agrega que otro efecto negativo del aumento al IVA en la frontera fue la reducción de las ventas del comercio local, lo que merma el crecimiento económico regional.

Durante 2014 aumentó en Ciudad Juárez el empleo en la industria manufacturera (sobre todo en las maquiladoras), que genera 50 por ciento de las plazas, pero en el resto de los sectores se resintió la caída de las ventas provocada por la homologación del IVA.

El repunte de los servicios turísticos se restringe a determinados corredores; no favorece a toda la ciudad. Las tiendas de las esquinas no recuperan ventas y las familias con menores ingresos aún no se recuperan, precisa el académico.

Para el investigador del Colef, los trabajadores con menores ingresos, entre ellos los que se emplean en la maquila, son los que más resintieron la reforma fiscal, en concreto la homologación del IVA, pues casi todo su salario lo destinan a la compra de productos básicos.

Ciudad Juárez tiene una población de alrededor de un millón 300 mil habitantes, de los cuales 400 mil (30 por ciento) son pobres; 60 por ciento tiene ingresos no muy superiores a los mínimos y son sumamente vulnerables al depender de empleos de salarios bajos, lo que significa que su consumo no genera una derrama suficiente para que la economía de la ciudad se fortalezca.

El documento advierte que los efectos de la homologación del IVA persistirán al menos dos años más, mientras se estabiliza la estructura económica en la región.

En el primer año no hubo beneficios reales para la población ni para el propio fisco, que pretendía obtener 15 mil millones de pesos. No hay certeza de que se haya recaudado esta suma, sostiene Brugués.

Por otra parte, de los 3 mil millones de pesos del fondo para la frontera que se destinarían a proyectos de inversión en la zona, 2 mil 500 millones se usaron en el programa Sin Hambre y apenas 500 millones para apoyar a las pequeñas y medianas empresas; de esta suma sólo se aplicaron efectivamente 120 millones, insuficientes para amortiguar los efectos del alza impositiva.

El programa Sin Hambre cubre apenas a unas 25 mil familias de Ciudad Juárez, es decir, alrededor de 100 mil habitantes, 25 por ciento de los cuales viven en pobreza.

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