Una señal ominosa: Enrique Ibarra

Jal.| 28 mar. 2015

Cuando un candidato afirma abiertamente que uno de los ejes de su campaña será hablar mal de lo que se ha hecho en Tlajomulco y que está dispuesto a desenmascarar a sus adversarios, es una señal ominosa sobre el tono que van a marcar las campañas y una muestra de la guerra sucia que se avecina.

Para el PRI y su candidato Ricardo Villanueva, la campaña de Guadalajara se convertirá en la madre de todas las batallas. Para conseguir su objetivo, no les dará vergüenza usar la maquinaria del estado, como ya lo están haciendo. No por ello, uno de los hombres más cercanos al gobernador, Alberto Lamas, será el nuevo coordinador de las campañas del tricolor.

El desprestigio y la difamación estarán a la orden del día a partir del 5 de abril. Pero, en su prepotencia, ignoran que la gente está informada. Subestiman la inteligencia de los ciudadanos, como históricamente lo han hecho. ¿O acaso creen que la gente no sabe que los gobiernos del PRI y del PAN han endeudado esta ciudad? ¿Los que han convertido Jalisco en uno de los estados más inseguros del país?

Su campaña para ensuciar a los rivales, para aventar lodo sin pudor, los retrata como lo que verdaderamente son: un grupo interesado en mantenerse en el poder sólo porque sí. En campaña, seguramente su estrategia continuará igual: desprestigio en lugar de propuestas; difamación en lugar de ideas.

Su cinismo es ilimitado. Hace unos días, acudieron ante el INE para denunciar sobrecostos en la precampaña de Alfaro. No sólo demuestran desconocer el marco legal, al presentar una denuncia 40 días después del plazo establecido en el Reglamento de Procedimientos Sancionadores en Materia de Fiscalización. También olvidan que Alfaro fue el único que transparentó públicamente sus gastos, algo que Villanueva nunca hizo. De hecho éste excedió hasta en un 900% sus gastos de precampaña, con datos debidamente acreditados.

Tampoco dicen que Tlajomulco es un municipio transparente que pone a disposición de los ciudadanos la información sobre su deuda. ¿Quieren hablar de pasivos? Hablemos pues. Y esperemos sentados información sobre Guadalajara. Y de la deuda histórica que tienen con los mexicanos. Nos deben décadas de buenos gobiernos.

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