Nosotros, los pueblos": Aniversario número 68 de la Organización de las Naciones Unidas

Por: Adriana López 

Hoy veinticuatro de octubre se conmemora el sesenta y ocho aniversario de la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyas tareas principales, expresadas en el capítulo primero de su Carta de Naciones, comprenden, entre otras, el preservar  a  las nuevas generaciones del flagelo de la guerra, reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, promover el progreso social y elevar el nivel de vida así como crear condiciones para mantener la justicia y el respeto a los tratados internacionales.

La organización internacional, que cumple hoy más de medio siglo de vida, nace en el contexto del final de la segunda posguerra mundial, con la reunión de dirigentes y diplomáticos de diversas naciones, congregados en San Francisco desde abril de 1945 hasta junio del mismo año, con el fin de consolidar un organismo que sirviera como foro para encontrar soluciones a las controversias entre naciones y cuyo propósito incluyera prevenir un tercer conflicto bélico a escala internacional.

Actualmente la Organización de las Naciones Unidas, que fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 2001, cuenta con 193 países miembros y con seis órganos principales: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Consejo de Administración Fiduciaria, Corte Internacional de Justicia y la Secretaría, cuyas funciones se concentran en esforzarse por reducir tensiones internacionales, prevenir conflictos y establecer normas mundiales en materia de derechos humanos.

A sus sesenta y ocho años, la ONU se presenta como una organización internacional consolidada, con representación en gran parte del globo y como gran impulsora y vocera de causas a favor del desarme, la defensa de las minorías étnicas o la lucha contra el cambio climático; a pesar de ello, no se puede negar la urgencia de una reforma en el seno de sus organismos, ya que su estructura y funcionamiento producto de la geopolítica  y los equilibrios de poder surgidos tras la victoria de los aliados en la segunda guerra mundial, han caducado.

El nuevo clima internacional multipolar,  además de  las exigencias de independencia y soberanía de nuevos Estados-Nación, las grandes corrientes migratorias, los desafíos de pandemias como el VIH, el desempleo y las crisis económicas globales configuran un contexto en el que resulta imprescindible la democratización de las Naciones Unidas, con una representación efectiva, tanto de hecho como de derecho de todos los países adscritos a este organismo, además de la representación de nuevos actores internacionales, como organizaciones no gubernamentales y organismos regionales.

El presidente de la Asamblea General, John Ashe, mencionó que entre los principales retos de la institución a principios del siglo XXI, se encuentran cumplir con los Objetivos del Milenio y fijar una agenda  de desarrollo sostenible post-2015, además de la transformación del Consejo de Seguridad, por un espacio inclusivo y transparente.

A pesar de que la intervenciones y acciones de la Organización de Naciones Unidas pueden ser cuestionables en algunas circunstancias- principalmente debido a la inacción en conflictos, como la intervención de Estados Unidos en Irak o Afganistán, o el genocidio y represión del pueblo Sirio por parte de su presidente Bashar Al-Assad - sus gestiones y campañas han evitado o solucionado de manera pacífica diversas controversias, y se ha convertido en un foro de expresión mundial, deseado y profesado  desde los tiempos de los filósofos griegos, un lugar para la conformación de la kosmopolis, la comunidad mundial donde todas las naciones tienen voz.