Ferrer Galván, bisnieto del prócer agrarista, al hacer uso de la voz, destacó: "vamos a cambiar a México desde Tlacotepec de Mejía".

 

Y haciendo una remembranza, expresó que a Úrsulo Galván le debemos la recuperación de las tierras en favor de los campesinos y haber realizado el reparto que la Ley Agraria prometía; eso fue hace 100 años, pero a esa distancia, hoy los campesinos tienen tierra, pero cada vez es más complicado vivir de ella.

 

Ante eso, dijo que urge dar el siguiente paso, que es el segundo piso de las causas agraristas, de ahí que haya surgido esta fundación donde participarán expertos en programas y proyectos productivos y con un entendimiento cabal de la cuestión agraria.

 

Sentenció que la intención de esta fundación es saltarse a los intermediarios, capacitar a los campesinos y buscar a que obtengan sus propios financiamientos, créditos, subsidios y apoyos.

 

Esta fundación, dijo, buscará como primer paso, organizar a las mujeres y los hombres del campo, a las organizaciones sociales, a los ejidos, para alcanzar más y mejores objetivos económicos, sociales y productivos.

 

Para eso, se constituirán delegaciones municipales de la fundación para iniciar un proceso de comunicación y capacitación efectiva, y por eso, de manera simbólica, decidieron iniciar este movimiento nacional en Tlacotepec de Mejía, cuna del agrarismo, donde nació Úrsulo Galván, donde surge la primera delegación para llevar a cabo esta fundación.

 

Se trabaja ya en el acercamiento con las instituciones media superior, tecnológicos y universidades, para que se involucren en los programas del campo, para generar proyectos productivos.

 

Se trabajará en un programa de gestión de recursos públicos y privados para beneficio de los campesinos, pero sobre todo buscar la vinculación de sus productos con los demás eslabones del proceso de comercialización.

 

Denunció que los pocos recursos que se destinan al campo terminan pagando burocracias y corruptelas, de líderes que utilizan a la gente y eso, señaló, es inadmisible, porque lucrar con lo poco que se destina al campo es un acto de vileza inaceptable.

 

Para trabajar verdaderamente en favor de los campesinos y comercialización de sus productos, se harán alianzas con las centrales de abastos, con empresas del ramo turístico y se buscará que, a través de la capacitación, se logren productos de mayor calidad para competir en el mercado.

 

El dirigente de esta fundación habló de los excesos gubernamentales, de los que Veracruz es el ejemplo más nítido, por sus gobernantes voraces que anteponen la glotonería, la avaricia y la corrupción como una forma de gobernar.

 

Lo más lamentable, dijo, es que a México le tocó la peor generación de gobernantes, y eso ha hecho un grave daño al campo y a toda la sociedad.

 

Por eso, el campo sufre las consecuencias del total abandono, la apatía, de la corrupción política, tanto del Gobierno como de las organizaciones clientelares que antes de procurar el desarrollo; condenan a los campesinos con pequeños apoyos y becas para comprarles su voluntad, su voto y su futuro, expresó Ferrer Galván.