Jefes policíacos en 25 estados trabajan pese a reprobar pruebas de control de confianza

C.D.Mx.| 25 ene. 2016

Por ley, ningún agente que no pase el control de confianza puede continuar en su puesto, pero la realidad es distinta. Hay incluso mandos no confiables y en todos los estados hay policías en las filas pese a estar reprobados.

El pasado 11 de enero, cinco jóvenes que regresaban de unas vacaciones en la playa en Veracruz fueron detenidos en la carretera por un grupo de policías estatales. Esa fue la última vez que se supo algo de ellos, y siete agentes fueron detenidos y consignados por desaparición forzada.

¿Pero que tenían en común dichos policías además del uniforme? Que cuatro de ellos no habían superado las pruebas de control de confianza, incluyendo a su propio jefe, el comandante Marco Conde Hernández, asignado a la coordinación de la policía estatal en la zona de Tierra Blanca.

Por ley, dichos elementos no deberían haber estado operando; pero la realidad es distinta.

Datos oficiales y actualizados del Sistema Nacional de Seguridad Pública revisados por Animal Político revelan que en 25 entidades federativas hay mandos de la policía, es decir jefes jerárquicos  a cargo de una o varias unidades de agentes, que siguen en el trabajo pese a que no superaron  las evaluaciones.

Veracruz, Jalisco, Zacatecas, Sinaloa y Michoacán son las entidades  con mayor proporción de mandos no confiables: por lo menos el 30% de todos los jefes que tienen dirigiendo sus acciones de seguridad pública no han aprobado los exámenes.

Además del tema de los mandos, no hay estado del país que no tenga en sus filas a policías en las calles pese a que reprobaron el control de confianza. En este aspecto, Veracruz es el de mayor proporción: uno de cada tres de sus agentes no es confiable.

Esos datos corresponden a las policías estatales, es decir a los agentes controlados directamente por los estados y no a las fuerzas municipales. En el actual sexenio el gobierno federal - y los estados - han insistido en la relevancia de que toda la seguridad pública recaiga en mandos estatales, como un paso para tener policías - dicen - más eficientes y confiables.

De acuerdo con la información a la que tuvo acceso la organización Causa en Común, en todos los estados del país  ya hay casos en donde las pruebas de control de confianza que se practicaron perdieron vigencia y por lo tanto tienen que volverse a aplicar. Entre las entidades con mayor rezago en este sentido están Guerrero y el propio Distrito Federal.

¿Qué es el control de confianza?

El procedimiento de control de confianza consiste en cinco pruebas que se aplican a cualquier persona que quiere ser o se desempeña como funcionario de un área de seguridad pública o procuración de justicia. Lo anterior con el objetivo de establecer si se trata de una persona "confiable" para desempeñarse en ese cargo.

Las cinco pruebas que componen el control de confianza son el polígrafo (detector de mentiras), toxicológica (para saber si has ingerido drogas), física (para evaluar tu desempeño y salud), de conocimientos generales (fundamentos de seguridad, entre otros) y de entorno socioeconómico  (saber si tu forma de vida es acorde con tus ingresos).

Por ley ninguna persona que no supere este proceso puede ser policía. Tanto el artículo 21 de la Constitución como la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública establecen que los agentes deben pasar por un proceso de certificación para ser tales y es un requisito insustituible.

Incluso, se establece constitucionalmente que los policías o aspirantes a policías serán removidos sin ningún beneficio y sin posibilidad de ocupar ese puesto en ninguna otra fuerza de seguridad.

La certificación al cien por ciento de toda la policía con el control de confianza se planteó en el 2008 para realizarse en un año, pero el procedimiento pasó por múltiples retrasos. Fue hasta el 2014 cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de seguridad dio a conocer que se habían logrado aplicar las pruebas al cien por ciento del personal.

Pero, la aplicación de las pruebas estaba lejos de ser el fin de la tarea, como lo demuestran  los datos.

Más de 260 jefes no confiables

Los datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional - a los que Animal Político tuvo acceso gracias a la organización Causa en Común - pues dicha dependencia dejó de transparentarlos - revelan que hay 264 mandos de las fuerzas de seguridad púbica que siguen en activo pese a que no pasaron las pruebas de control de confianza. Es el 11% de los poco más de dos mil 400 mandos policiales en los estados.

Lo anterior significa que uno de cada 10 comandantes de las policías estatales en el país no son confiables.

Hay 25 estados en el país cuya policía mantiene en sus filas por lo menos a un agente reprobado. Las únicas entidades en donde no hay jefes policiacos no confiables son Colima, Nuevo León, Coahuila, Baja California Sur, Guanajuato y Campeche.

Veracruz es la entidad con la mayor proporción de jefes policiales reprobados que siguen trabajando y dando órdenes. Según los datos oficiales son 27 de los 62 mandos en activos los que no pasaron las pruebas. Equivalen al 44%, es decir, cerca de la mitad de todos sus mandos.

Luego de Veracruz se encuentran Jalisco, Zacatecas y Sinaloa con un porcentaje de entre 30 y 33 por ciento de sus mandos no aprobados, prácticamente uno de cada tres en activo.

El "top ten" de las entidades que tienen la mayor proporción de mandos policiales reprobados lo completan Michoacán, Nayarit, Morelos, Durango, Sonora y  Quintana Roo, con un porcentaje de entre 14 y 30% del total de su estructura de mando que no es confiable.

Otro caso a destacar es el de Chiapas que tiene el mayor número de mandos reprobados en funciones con 48, aunque como su universo es de 390 comandantes, el porcentaje es de 14 por ciento.

El pasado 15 de enero la Conferencia Nacional de Gobernadores aprobó la iniciativa del gobierno federal de promover la creación de 32 policías estatales únicas que sustituyan a las más de mil 200 secretarías de seguridad públicas municipales. La propuesta será promovida ante el Senado de la República.

Lo que se busca, según la CONAGO, es que toda la dirección de las fuerzas de seguridad pase al control del estado y opere una policía estatal única que, en teoría, será más eficaz y confiable.

Miles de reprobados y uniformados

El que haya policías trabajando pese a que no cumplan con el requisito legal del control de confianza se presenta también en los niveles bajos. De acuerdo con los datos, de los 120 mil 800 policías estatales que están en activo en el país (sin contar mandos) hay ocho mil 588 no superaron los exámenes, lo que representa el 7% del total de la fuerza.

En este caso nuevamente Veracruz ocupa el primer sitio con casi dos mil 300 uniformados reprobados de los seis mil 500 que componen su fuerza total. Esto equivale a una tercera parte de toda la policía estatal. Entre esos agentes se encontraban los cuatro que participaron en la desaparición de los cinco jóvenes el pasado 11 de enero.

Cabe señalar que en noviembre pasado el gobernador del estado Javier Duarte aseguró que el 60 por ciento de los agentes que habían reprobado fueron despedidos. Con la información disponible en ese momento El Sabueso hizo una investigación con la información disponible en ese momento y se concluyó que no se podía comprobar la veracidad de ese dicho.

Hoy con los datos actualizados del Sistema Nacional de Seguridad se advierte que la mayoría de los policías despedidos en Veracruz siguen en sus puestos.

Michoacán, Sinaloa, Baja California Sur y Nayarit completan los primeros cinco sitios  en proporción de policías estatales no confiables, con porcentajes de entre 20 y 30 por ciento de su fuerza total operativa.

¿Por qué no son despedidos los policías?

No existe hoy en día una explicación  unificada en torno al tema. La presidenta de Causa en Común, María Elena Morera, ha dicho que hay casos en donde las pruebas fueron mal aplicadas lo que genera problemas posteriores a la hora de hacer valido el despido, pero fundamentalmente explica que se trata de una falta de voluntad política de los gobiernos para hacer cumplir lo que la ley marca.

En cuanto al balance del control de confianza respecto a otras fuerzas de seguridad, los datos también evidencia la operación de agentes no confiables.

Por ejemplo, de los cuatro mil 208 policías judiciales y de investigación adscritos a las Procuradurías estatales, hay 265 que representan el seis por ciento que no pasaron las pruebas de control de confianza. En tanto, de los mil 820 custodios de los penales estatales, el once por ciento tampoco está certificado.

Finalmente, de los más de 128 mil elementos de la policía municipal que hay en México, 14 mil 250 son uniformados reprobados pero no despedidos, que representan el 14 por ciento de todo el estado de fuerza.


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