Vinculan con transa predio para Toyota.
09 de junio del 2016.
En la compra de 607 hectáreas en Apaseo El Grande para la instalación de la empresa automotriz japonesa Toyota existen visos de corrupción.
De acuerdo con ejidatarios y líderes de la comunidad de Caleras de Ameche, el Gobierno estatal que encabeza el panista Miguel Márquez compró a sobreprecio terrenos que fueron adquiridos bajo engaños a ejidatarios por intermediarios.
Denunciaron que, en 2014, la empresa JAOS & SGB pagó a 300 mil pesos, en promedio, cada hectárea y luego las revendió al Estado en un millón 700 mil pesos.
El 15 de abril de 2015, el Presidente Enrique Peña anunció que Toyota invertiría mil millones de dólares para construir una planta en Apaseo.
De las 607 hectáreas ofrecidas, 200 fueron compradas por el Gobierno a la familia Urquiza, otras 260 a la empresa intermediaria y 147 son negociadas con la Administración estatal con los ejidatarios.
El Gobierno ofrece a los ejidatarios un millón 400 mil pesos por hectárea, pero los dueños ahora exigen 2 millones 500 mil.
El dirigente estatal del PRD, Baltasar Zamudio, denunció opacidad, tráfico de influencias y manejo de información confidencial para que JAOS & SGB comprara los terrenos.
"Es un proceso similar a la compra de predios para la fallida refinería Bicentenario. Algún funcionario tuvo que avisar a la empresa JAOS & SGB que Toyota se asentaría en Apaseo El Grande para que acaparara tierras, las compraran a bajo precio y luego las comercializaran a sobreprecio", criticó.
"Es evidente que hubo tráfico de influencias y pudieran existir otros delitos como conflicto de intereses, porque habría que conocer qué funcionarios estatales tienen alguna relación con JAOS & SGB", señaló.
La empresa, con sede en Monterrey, fue creada en junio de 2014, y en octubre de 2015 vendió 260 hectáreas al Gobierno de Guanajuato en 463 millones de pesos.
Salvador García, Secretario de Gobierno estatal, dijo que la participación de JAOS & SGB fue legal.
"Son empresas dedicadas a la compra de terrenos para luego vender. Es legal la operación. Tuvieron la visión, arriesgaron capital y les resultó. Si Toyota no hubiera escogido el lugar, habrían perdido", dijo.
Consultada por REFORMA, la empresa Grupo GP, propietaria de JAOS & SGB, aseguró que la compraventa fue un mal negocio.
"En pesos no perdimos, pero en dólares, mucho, y en tiempo perdimos dos años", dijo José María Garza Treviño, presidente de Grupo GP.
Explicó que, en septiembre de 2015, el Gobierno estatal los contactó para decirles que necesitaban sus tierras, pues Toyota quería instalarse ahí.
"La idea nuestra no era vender. No nos lo dijeron oficialmente, (pero nos comentaron): o nos venden o vamos a tener que expropiar", indicó.
Toyota, consultada al respecto, se limitó a decir que el Gobierno de Márquez les informó que el proyecto avanza conforme a los planes.
Piden aclarar compra de tierras.
Ejidatarios y legisladores de Oposición urgieron a las autoridades estatales a transparentar la compra-venta de terrenos en el Municipio de Apaseo El Grande para la instalación de una armadora de Toyota.
Néstor Hernández Piña, presidente de la Comisión de Vigilancia del Comisariado Ejidal, explicó que en diciembre de 2014 la empresa JAOS & SGB, con sede en Nuevo León, empezó a comprar terrenos justo en la zona donde se ubicará la compañía japonesa cuando supuestamente nadie sabía que ahí se edificaría la planta.
Refirió en entrevista que el representante de la firma, Juan José García Enríquez, se acercó a comprar tierras, regateando, y sin difundir el motivo de la transacción, lo cual, estimó, debe ser aclarado.
Francisco Rodríguez Gómez, tesorero del ejido, llamó al Gobernador Miguel Márquez a investigar la situación.
"(Ahora) pretenden pagar los terrenos como si fueran tierras inservibles para el cultivo y han ocultado la forma en que han comprado a terceros, porque no hicieron la compra directamente a los dueños", dijo.
Baltasar Zamudio, líder estatal del PRD, refirió que los mismos ejidatarios denunciaron presiones e intimidación para vender a precio bajo sus terrenos.
"Es un hecho grave que exige una investigación a fondo porque se está beneficiando a inversionistas externos. El Gobierno del Estado ha tenido una postura de opacidad desde la compra y expropiación de predios", indicó
Además, dijo, la empresa Toyota requiere sólo de una superficie de 200 hectáreas y el Gobierno del Estado determinó adquirir 607, sin una explicación concreta.
El diputado local de Morena, David Alejandro Landeros, sostuvo que en caso de que el Gobierno del Estado se niegue a transparentar la compra de terrenos para Toyota solicitará una auditoría integral.
"Debe existir transparencia en el manejo de los recursos de los guanajuatenses. En caso contrario, está la Auditoría Superior del Estado para investigar si existieron empresas intermediarias beneficiadas con la compra de terrenos y si existió, por parte del Gobierno del estado, compra a sobreprecio".
Defiende empresa transacción.
Desde mediados del 2014, el grupo regiomontano GP creó JAOS & SGB, una Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable (SAPI), para adquirir predios ejidales con miras a construir un parque industrial en el Municipio de Apaseo El Grande.
"Es mejor tener una SAPI (para adquirir terrenos); si yo le pongo GP Bienes y voy a ir a comprar tierra se me encarece, no puedo ir como GP", explicó José María Garza Treviño, presidente de la empresa.
Adquirieron 26 propiedades que en total sumaron 259.65 hectáreas, las cuales fueron vendidas al Gobierno de Guanajuato el 27 de octubre del 2015 en 463 millones 432 mil 330 pesos, 178.48 pesos por metro cuadrado de terreno, informó Fernando Fuentes, director general de GP Desarrollos.
De acuerdo con Garza Treviño, el precio que ellos pagaron en sus últimas compras de tierra fue superior al que recibieron en la venta.
"Yo te aclaro que la última parcela la compramos como en 240, 250 pesos (por metro cuadrado)", puntualizó el directivo.
El empresario regiomontano mencionó que en septiembre del 2015, la Secretaría de Desarrollo Económico de Guanajuato se les acercó para decirles que necesitaban sus tierras, pues Toyota quería instalarse ahí y no en Querétaro.