El mes de febrero, mes del amor y la amistad, significó el arranque de la guerra sucia del PRI contra Movimiento Ciudadano. De manera cobarde, han venido apareciendo volantes en distintas zonas de Guadalajara señalando que nuestro proyecto es "violento y agresivo". Adicionalmente, en redes sociales circula un video mañosamente editado y firmado por el PRI para volver a insistir en la violencia. Es lamentable que la clase política tradicional vuelva a repetir estas bajezas en busca de denostar nuestro trabajo. El miércoles pasado decidimos presentar quejas ante las autoridades electorales en Jalisco: el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco y el Instituto Federal Electoral. A 16 meses del proceso electoral dio inicio una campaña sucia para desacreditar al principal proyecto contendiente distinto al PRI. Difamar sin argumentos y mintiendo ya es reprochable. El problema se agrava cuando en las difamaciones se involucra a servidores públicos quienes, en lugar de trabajar a favor de la sociedad, se dedican a golpetear políticamente. Ese fue el caso del secretario de Movilidad, cuando en una polémica comparecencia en el Congreso del Estado, este "servidor público" decidió ignorar la razón de su presentación para dedicarse a responsabilizar a Tlajomulco y denostar el servicio de transporte público en el municipio, usando un video de los mototaxis grabado en Perú. El secretario fue a burlarse al Congreso y a cometer un grave error: olvidarse que está para servir a los jaliscienses y no para ser el golpeador del PRI. No quiso dar cuentas de su trabajo, mucho menos hablar del dictamen que permitió el aumento a la tarifa del transporte (realizado hace dos años) y del plan integral para mejorar el transporte en la Zona Metropolitana, que hasta el momento se limita a promesas y algunas cuantas imágenes publicitarias. La memoria selectiva del funcionario le hizo olvidar que la autorización de los mototaxis la realiza la Secretaría de Movilidad a su cargo. Su búsqueda en YouTube no le dejó tiempo para saber que dos mil mototaxis pertenecen a centrales obreras afiliadas al PRI.