Esta semana, los jaliscienses recibieron por fin una buena noticia. Liderados por los cinco diputados del Movimiento Ciudadano, los representantes de las demás fracciones en el Congreso se vieron obligados a renunciar a los 92 mil pesos mensuales de la partida de casas de enlace. Más allá de las causas que originaron esta decisión (la presión de una sociedad harta de la opacidad y una opinión pública en contra de esta partida) todos nos debemos de congratular de que finalmente este recurso, un sobre sueldo injustificado e inmoral, haya sido rechazado. Sin embargo, esta medida no es suficiente: la partida de casas de enlace tiene que desaparecer por completo. Por ello, el miércoles la diputada Fabiola Loya Hernández del Movimiento Ciudadano, presentó ante la Comisión de Administración del Congreso de Jalisco un Acuerdo Interno para que desaparezca de una vez por todas, la partida 412 de "Asignaciones Presupuestarias al Poder Legislativo", relativa a las casas de enlace. Eliminarlo del presupuesto no sólo nos permitirá a los jaliscienses un ahorro anual de 43 millones 482 mil pesos que podrían ser usados para indemnizaciones o para depurar la nómina de base del Poder Legislativo, sino también para cosas más urgentes y necesarias que mantener decenas de casas de campaña encubiertas. La austeridad es uno de los principios fundamentales de la democracia y fomentarla no debe ser un acto de cálculo político, sino de transparencia y congruencia. Desde aquí, mi reconocimiento a los diputados ciudadanos quienes, desde el inicio de la 60 Legislatura, han luchado para eliminar esta partida y finalmente ven su esfuerzo recompensado. Los diputados deben pensar en el bien común, en lugar de malgastar el dinero público. A partir de ahora, todos, ciudadanos y representantes populares, debemos asegurarnos que estas partidas que se aprueban en lo oscurito no se repitan.