Edición especial sobre Colima
Diciembre 2015
En los últimos 12 años el estado de Colima ha tenido seis gobernadores (todos del PRI). Algunos duraron más que otros, pero hubo casos como el de Carlos Flores Dueñas, quien estuvo interinamente al frente del gobierno estatal sólo dos meses: del 1° de noviembre al 31 de diciembre de 2003.
Ha sido, sin duda, una etapa nociva para la azarosa democracia colimense. En el curso de estos 12 años, aparte el desfile de los seis gobernadores, titulares o interinos, la ciudadanía ha visto pasar atentados criminales; asesinatos de ex gobernadores y ex candidatos; muertes insuficientemente investigadas, como el accidente aéreo en que perdió la vida Gustavo Vázquez Montes a casi un año de terminar su periodo; empoderamiento de las bandas del narcotráfico...
A todo lo anterior se suma el delito electoral, planeado, organizado y ejecutado desde el poder público con dinero de los ciudadanos colimenses.
En los doce años referidos en este espacio, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha tenido que anular en dos ocasiones la elección de gobernador, al comprobarse la cínica intervención del gobierno d José Ignacio Peralta el estado para favorecer a los candidatos del PRI. Ocurrió en 2003, cuando participó ilegalmente en el proceso el entonces gobernador Fernando Moreno Peña a favor de Gustavo Alberto Vázquez Montes; sucede ahora, cuando la complicidad u omisión del gobernador Mario Anguiano Moreno provocó que fluyeran indebidamente recursos de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno de Colima, en apoyo del candidato priista José Ignacio Peralta.
En 2003, el TEPJF le anuló al PRI la fraudulenta elección de Gustavo Alberto Vázquez Montes y ese partido, con cinismo, volvió a presentar su candidatura para imponerlo en palacio de gobierno. Aquella burla descarada la refrendará el 17 de enero de 2016, al repetir como candidato al priista José Ignacio Peralta, a despecho de la ofensa causada a la ciudadanía colimense con su pretendido triunfo, fraudulento, el 7 de junio último.
Este es el punto crucial en las elecciones extraordinarias del próximo 17 de enero: impedir que se repita el fraude; acabar de tajo con la impunidad, el atropello, la desvergüenza electoral reiterada por quienes se aferran al poder desde hace décadas, coludidos con caciques, malos gobernantes y bandas criminales.
Ha llegado la hora de la reivindicación ciudadana en Colima.