En nuestro país la equidad de género aún está lejos de concretarse. Tan sólo en los hogares persiste la inequidad en la distribución de las actividades domésticas no remuneradas.

 

De acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mexicanas de 12 años y más destinan, en promedio, 48.55 horas a la semana a realizar trabajo no remunerado, como atender a los menores de edad y ancianos, limpiar la casa o preparar y servir alimentos para la familia, mientras que los hombres sólo destinan a este tipo de actividades 19.57 horas semanales.

 

En materia educativa, la desigualdad frente a los hombres es evidente: de los cuatro millones 749 mil 57 mexicanos analfabetas, 61.5% son mujeres.

 

Además, las mexicanas acuden menos a las aulas que los mexicanos, el promedio de estudio para ambos en 2015 es de 9.1 años, pero para ellas es de 9 años y, para ellos, de 9.3.

 

En promedio, a la semana, las mexicanas invierten poco más de 9 horas en preparar y servir alimentos para la familia; los hombres, poco más de 1 hora y media. En limpiar, lavar o planchar ropa ellas dedican 7 horas con 47 minutos a la semana, y ellos sólo 1 hora con 37 minutos.

 

El número de hogares con jefatura femenina aumentó cuatro puntos porcentuales del año 2010 a 2015.

 

Mientras en el año 2010 había seis millones 916 mil 206 hogares dirigidos por una mujer, lo que representaba 24.6% del total, para 2015 el número se incrementó a nueve millones 266 mil 211 hogares, es decir, a 29%.

 

La entidad con mayor número de hogares con jefas de familia es la Ciudad de México con 35.7%, seguido de Guerrero con 32.7%. Los estados con menos jefas de familia son Nuevo León con 23.6% y Zacatecas con 23.9%.

 

Sobre el cuidado de los hijos, 70.7% de los menores de edad viven con ambos padres, pero de aquellos que viven con uno solo, 16.5% lo hace con su madre y sólo 1.5% con el papá.