¿En qué México viven quienes nos gobiernan?
El eco de los normalistas desaparecidos en #Ayotzinapa Guerrero ha tocado a todos, en nuestro país y más allá de las fronteras. 43 estudiantes, se sumaron a la lista de más de 20 mil desaparecidos en los últimos ocho años, y se han convertido en la gota que derramó el vaso de la paciencia así como en la antorcha encendida de una sociedad, que ya no puede permitir más abusos, corrupción, ineptitud y mentiras. ¿En qué México viven quienes nos gobiernan? es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos. Mientras que al día se reportan 62 homicidios, el PRI asegura que ha disminuido el crimen, ¿en manos de quién estamos?
Escuchamos declaraciones como la de Javier Duarte que asegura que en Veracruz, uno de los estados más violentos, sólo hay robos de "Frutsis y pingüinos del Oxxo" y además, el Gobierno Federal alardea con haber invertido más de 3.5 mil, millones de pesos en seguridad pública, que no se han visto reflejados en resultados en los 20 meses de administración de Enrique Peña Nieto, período en el que se suman ya 50 mil asesinatos, entonces... ¿"Vamos por buen camino"?.
La economía, dice el Gobierno Federal desde su informe , va por el mismo "buen camino" que nos plantea en seguridad. Lo que no nos dice, es que el crecimiento se ha dado en empleos mal pagados y en la acumulación de la riqueza en unos cuantos. En este país más del 40 por ciento de los ciudadanos ganan menos dos salarios mínimos.
Todos los días las cifras se hacen aún más indignantes y nos muestran la violencia en la que vivimos todos, porque los golpes durante esta administración no sólo se han dado bajo las manos de la corrupción y la incompetencia de las autoridades ante casos como los de Tlatlaya o Ayotzinapa, también se hacen presentes en los bolsillos vacíos y en empleos mal pagados. El Gobierno Federal ha sido permisivo con aquellos que poseen grandes riquezas, les dan carta abierta para que saqueen al pueblo y sus recursos naturales al tiempo que los destruyen, para finalmente premiarlos con impunidad, que solo ahoga a quienes claman por justicia.
Basta de querer ocultar la realidad con discursos y promesas, basta de querer engañar para seguir bajo el manto de la corrupción, basta de seguir moviendo a México rumbo al precipicio.