Movimiento Ciudadano: en la ruta correcta

Noticias| 11 jun. 2015

El domingo pasado, en México fuimos testigos de un punto de inflexión con muchos paralelismos a fenómenos políticos que se habían visto en otros países, como Estados Unidos, España, Chile, Italia y Ecuador. 

Cada vez parece más claro, que las formas de organización tradicionales, como los partidos, los sindicatos y hasta las iglesias hegemónicas, son sustituidas poco a poco por mecanismos más versátiles, menos verticales y dogmáticos. En su lugar, han surgido grupos de personas que escogen una coyuntura y una o varias causas para luchar, casi siempre apoyados por la tecnología particularmente el Internet, como principal herramienta de cohesión.

El pasado 7 de junio, tanto el PRI como el PAN obtuvieron la votación más disminuida  en los últimos 25 años (en el caso del PRI, la más baja de su historia en una elección legislativa), al tiempo que el PRD volvió a sus peores niveles históricos.

También, es notable que el Partido Verde, que en diversas encuestas fue inflado con la expectativa de erigirse como la cuarta, y hasta la tercera fuerza política nacional, no tuvo el crecimiento que se esperaba tras una campaña multimillonaria, caracterizada por  la trasgresión sistemática de las reglas electorales.

Por el contrario, hubo tres alineaciones políticas que lograron consolidarse, catapultadas por el hartazgo social y estrategias exitosas tanto de aire, como de tierra:

I. Las candidaturas independientes, que tuvieron un éxito innegable, pese a las restricciones que los partidos tradicionales les impusieron (Movimiento Ciudadano presentó, en su momento, una acción de inconstitucionalidad contra los injustos e inequitativos criterios con los que fueron reglamentadas).

Se destaca la victoria de Jaime Rodríguez como candidato independiente a la gubernatura de Nuevo León, en alianza exitosa con el candidato de Movimiento Ciudadano, Fernando Elizondo.

Extraordinariamente meritorios son también los triunfos de Alfonso Martínez en la alcaldía de Morelia; Manuel Clouthier como diputado federal por Culiacán, Sinaloa, y Pedro Kumamoto como diputado local en Zapopan, Jalisco.

II. Morena cumplió con las expectativas, especialmente en el Distrito Federal, donde con candidaturas sólidas, aprovechó el pésimo momento político por el que atraviesa el PRD, tanto por su actitud de sumisión al gobierno federal,  en el Pacto por México, como por la cuestionada gestión de Miguel Ángel Mancera.

Cabe destacar que, no obstante el liderazgo nacional de Andrés Manuel López Obrador, más del 40% de los votos obtenidos por Morena tienen su origen en el Valle de México.

III. Movimiento Ciudadano, a diferencia de los fenómenos electorales previamente enlistados, no fue advertido antes de la jornada electoral, ni por las encuestas que se publicaron (salvo el último ejercicio de Parametría), ni por las columnas de opinión y programas de análisis (que siguen promoviendo una visión del país absurdamente centralista).

¿Por qué Movimiento Ciudadano se constituyó como un tercer polo frente a los partidos tradicionales?

  • Porque ciudadanizó sus candidaturas. Con la disposición estatutaria de que al menos el 50% de las registradas sean para ciudadanos sin partido.
  • Porque definió causas. Al enarbolar banderas como la revocación de mandato; el empoderamiento ciudadano; una agenda medioambiental seria, e Internet Libre, además del combate a la corrupción y el despilfarro, logró que públicos específicos, especialmente los jóvenes, se identificaran con este movimiento. 
  • Porque comunicó sus propuestas de forma innovadora. Limitado por los recursos, Movimiento Ciudadano apostó por las redes sociales y campañas locales que contrastaron con el derroche de los partidos tradicionales y con la improvisada, dispersa y rústica comunicación de Morena y la izquierda tradicional. 
  • Porque optó por un liderazgo horizontal. Movimiento Ciudadano migró de las tradicionales estructuras verticales, características de la izquierda mexicana, a liderazgos regionales, lo que le permitió tener éxito en el norte y el occidente del país. Es cierto que Enrique Alfaro es el referente clave de esta fuerza emergente, pero incluso en Jalisco, y en estados como Durango, Tamaulipas, Sonora, Nuevo León, Colima, Veracruz y Guerrero, se han consolidado liderazgos competitivos electoralmente. 
  • Porque dio continuidad a la decisión, tomada desde 2013, de no aliarse a partidos tradicionales. Competir solos permitió avanzar en estados como Michoacán, San Luis Potosí, el Estado de México, Chihuahua, Nayarit, Quintana Roo, Tlaxcala, Morelos, Baja California y el propio Distrito Federal.

¿Qué sigue? 

El verdadero reto apenas comienza. Tenemos desafíos como gobernar bien la segunda ciudad más grande de México, llevar a la práctica la agenda construida en los últimos años, y diferenciarnos de los vicios que han degradado a la vida pública, como la opacidad, la ineficacia y la corrupción.

El reto también es seguir transformando la vida interna de nuestra organización, volviéndola más transparente y horizontal, apoyados en buena medida en las tecnologías de la información.

Debemos dimensionar el trauma que implicaría la decepción, después de lo mucho que estos triunfos le han costado a la sociedad civil mexicana. Tenemos que entender que no podemos asimilarnos a lo viejo. Todos los días, en las formas y en el fondo, tenemos la responsabilidad de que la llama de la esperanza no se apague. Simplemente, no podemos darnos el lujo de fallar. 

"Pienso que lo probable, lo más probable, es que los acontecimientos nos conduzcan a la catástrofe. Pero pienso también que en la historia siempre ha existido lo improbable y que se han producido acontecimientos felices. Y a eso apuesto. Por eso hablo de esperanza. La esperanza no quiere decir que todo vaya a ir bien, sino que es posible. Si nosotros contribuimos, si actuamos, quizá tengamos la oportunidad de encontrar la buena vía. Eso es la esperanza".
Edgar Morin

Movimiento Ciudadano 

Compartir