La reforma electoral es un paso adelante: Hugo Luna

Jal.| 12 jul. 2014
La reforma electoral de Jalisco, aprobada después de una maratónica sesión que terminó el lunes pasado, representa un paso adelante para la transformación del sistema político del Estado. A pesar de que existen elementos que habrá que mejorar, otorga a los ciudadanos instrumentos más eficaces y democráticos en materia electoral. Enumerando algunos de los puntos más importantes de la misma destacan los siguientes: la reelección de presidentes municipales y regidores por dos periodos; la reelección de diputados locales hasta por tres siempre que pertenezcan al mismo partido; el establecimiento de la guerra sucia como causa para anular una elección; la inclusión de un Fiscal Especial de Delitos Electorales; la representación indígena en los ayuntamientos; la paridad de género para que el 50% de las candidaturas al Congreso y en las planillas municipales correspondan a mujeres, y el establecimiento de las candidaturas independientes. La reelección abrirá la puerta para que los buenos gobiernos puedan tener continuidad y para que las malas administraciones sean castigadas en las urnas. Otra novedad de la reforma es que prevé la discusión en el corto plazo de la Ley de Participación Ciudadana, un mecanismo que ofrece el marco jurídico necesario para la inclusión de figuras como el referéndum, la revocación de mandato, la consulta ciudadana y el presupuesto participativo, las cuales ayudarán a reconfigurar la relación entre ciudadanos y autoridades. Dos puntos importantes que quedaron fuera de la reforma fueron la reducción del financiamiento público a los partidos políticos y las candidaturas comunes, un instrumento que privilegia las plataformas de gobierno por encima de los colores o los partidos. En términos generales, la gran deuda que deja la reforma es que fue pensada más para los partidos políticos que para los ciudadanos. En cualquier caso, aceptando que hay mecanismos que habrá que afinar (por ejemplo, las trabas hacia las candidaturas independientes quienes necesitarán el 2% de las firmas del padrón electoral para competir), los jaliscienses contamos con mejores herramientas, con reglas del juego más claras y con un sistema político más abierto y equilibrado.
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