¿Qué debería hacer un magistrado?
¿Qué es un magistrado y por qué sus decisiones nos afectan tanto? Como sabemos, en México los poderes se dividen en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Esta separación es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia.
Debido a que la responsabilidad social de un magistrado es muy elevada, ya que otorgan resoluciones legales en todos los aspectos, desde familiar, civil, mercantil o penal, es fundamental que tengan las cualidades y la experiencia necesaria para desempeñar ese puesto con responsabilidad y honestidad. De lo contrario, el daño que podrían causar a la comunidad podría ser irreparable.
¿Pero qué sucede cuando los designados para representar y proteger al pueblo no son elegidos con imparcialidad y se imponen criterios políticos? Podemos entonces citar múltiples ejemplos históricos, no muy lejanos, en los que las decisiones finales de dichos servidores públicos parecieran haberse influenciado por intereses particulares y no por el interés general.
Nuestra obligación como ciudadanos es asegurarnos de que nuestros representantes, en todos los niveles de poder, desempeñen sus labores adecuadamente y sepan que, aun cuando un magistrado fue ratificado, puede ser removido de su puesto ya sea por intervención de algún Colegio de Abogados o por solicitud ciudadana, si existen fundamentos que demuestren que dicho representante no tiene las suficientes capacidades para ejercer su trabajo imparcialmente.