Este domingo, los habitantes de Tlajomulco de Zúñiga evaluarán el trabajo de su presidente municipal y decidirán si Ismael del Toro continúa al frente del gobierno. Por segunda ocasión en su historia (la primera ocurrió en septiembre de 2011 en la administración de Enrique Alfaro), este municipio llevará a cabo el ejercicio de ratificación de mandato que está incluido en el Reglamento de Participación Ciudadana y para el cual esperan la participación de 15 por ciento del padrón electoral. A través de esta herramienta con la que el ciudadano puede evaluar a su gobernante por medio del voto libre, directo y secreto, las autoridades municipales hacen un ejercicio honesto para saber la opinión de la ciudadanía respecto al primer año y medio de administración, al tiempo que valoran si su trabajo merece tener continuidad hasta 2015. Desde hace varios años, Tlajomulco ha sido pionero en la implementación de instrumentos que ponen al ciudadano en el centro de la toma de decisiones. Políticas como la de ratificación de mandato y el presupuesto participativo, entre otras, forman parte de una innovadora estrategia con la que la administración reafirma su compromiso de escuchar a la población y hacerla parte activa de sus proyectos. Esta muestra de voluntad democrática se repitió esta semana durante el anuncio de Tlajomulco de adherirse a la plataforma digital Haz tu ley (haztuley.mx) que fue desarrollada por el Observatorio Legislativo del ITESO y el Congreso Ciudadano de Jalisco, encabezado por Margarita Sierra. Si la propuesta es viable, el proyecto entra en un proceso de intermediación y seguimiento por parte de académicos e investigadores del ITESO, quienes acompañarán las iniciativas hasta convertirlas en realidad. Empoderar a los ciudadanos debe ser una obligación de todos los gobiernos, sin embargo, son pocos los que se arriesgan a someter sus decisiones al voto popular. La mayoría de nuestros gobernantes prefieren mirarse el ombligo y creerse emperadores romanos. A ellos, habría que recordarles que el ejercicio de gobierno debe regirse por los principios de eficacia, participación ciudadana, transparencia y rendición de cuentas.