Las fotoinfracciones fueron creadas para establecer límites de velocidad y sancionar a los conductores que las ignoren. Desgraciadamente, desde hace tiempo perdieron su efectividad. Es decir, ya no hay factor sorpresa. Simplemente después de pasar el radar, se puede acelerar y la falta seguirá.

Entre otras cosas, aquí hay algunas razones que reflejan la evidente falta de efectividad de las fotoinfracciones:

1. Hay muchas cámaras de fotoinfracción en pasos a desnivel y pendientes, pero no en lugares donde hay mayor riesgo de accidentes.

2. ¿Y si una ambulancia venía atrás de ti? No, no hay forma de que Movilidad escuche tu situación "extraordinaria".

3. Un día el límite es 80 kilómetros y al siguiente es 60...

4. Las notificaciones llegan... tarde. Así que ni siquiera el descuento podrá ayudarte.

5. Tiene más sentido que la cámara esté ubicada antes del puente o de la bajada y no después.

6. Porque si frenas para bajar la velocidad, entonces SÍ podrías provocar un accidente.

7. En la mayoría de los estados las fotoinfracciones siguen siendo inconstitucionales. (Por obvias razones)

8. Hay dos radares de fotoinfracción uno tras otro. Así que probablemente ya has tenido dos multas en el mismo trayecto.

9. Los límites de velocidad no son los más acertados. ¿Máximo 60 Km/h en López Mateos Sur?

10. Prácticamente toda fotoinfracción puede ser anulada debido a falta de fundamentos y notificación atrasada. (Ya van más de 12,664 anulaciones)

En realidad la solución no es colocar más radares, sino cambiar los hábitos de manejo de los conductores. Para eso, Alejandro Hermosillo impulsa una iniciativa para que las fotoinfracciones sean una medida de prevención y no de recaudación, al sancionar a quienes rebasen el límite de velocidad y pongan en riesgo su vida y la de los demás.

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