¿No sabes qué hacer en cuarentena? Aprende a construir un huerto urbano
1 de mayo de 2020
Estamos en cuarentena y una buena opción para aprovechar nuestro tiempo es haciendo un huerto urbano en casa. Hacer tu propio huerto es una actividad con la que puedes involucrar a toda tu familia, pasar tiempo de calidad con ellos y divertirse, además, también te dará muchos beneficios como comer más saludable, ahorrar dinero y tiempo. Así que anímate y prepárate, nosotros te decimos cómo hacerlo.
Elige su ubicación:
Antes de empezar a crear tu huerto, es necesario que decidas dónde lo vas a ubicar, puede ser en el patio o en la terraza.
Piensa en el lugar más idóneo de tu hogar, recuerda, es importante que esté ventilado, que reciba luz solar directa y que te permita disponer de la profundidad de tierra suficiente para el óptimo desarrollo de las plantas.
Si decides hacerlo en la terraza puedes cultivarlo en macetas, estas deben tener entre 7 y 15 centímetros de profundidad para favorecer el correcto crecimiento de las plantas.
Elige dónde plantarlo:
Escoger el mejor recipiente depende de varios factores, recuerda, no existe un recipiente ideal, sino que deberás escoger el que mejor se adapte a tu situación. Si cuentas con el espacio, puede ser en tu jardín o bien entre macetas, jardineras, mesas de cultivo o jardines verticales, dependerá del espacio con el que cuentes y la inversión que quieras realizar, estos los puedes encontrar en tiendas especializadas de jardinería o viveros.
La importancia del sustrato o tierra:
El sustrato es el equivalente al suelo en el campo, por lo tanto, es uno de los factores más importantes para garantizar el éxito de nuestros cultivos. En tiendas especializadas de jardinería o viveros puedes encontrar un buen sustrato y a buen precio.
¿Qué se puede plantar en un huerto urbano?
Las ventajas de tener un huerto en casa es que puedes plantar lo que quieras: maíz, tomates, fresas, habas, sandías o melones. Pero no te precipites, que se pueda plantar de todo no quiere decir que debas empezar con todo. De hecho, es mejor empezar con unos pocos cultivos, que sean fáciles y agradecidos, como hortalizas, para que poco a poco vayas subiendo el nivel.
Al sembrar puedes elegir iniciar con semillas o trasplantar, ten en cuenta que las semillas germinan y tardará un poco más; si decidiste trasplantar, cuando la planta esté lista debes hacerlo con mucho cuidado, sin dañar las raíces y prensando ligeramente la tierra alrededor, también la debes regar inmediatamente.
Puedes acudir al vivero más cercano y comprar algunas hortalizas pequeñas.
Es recomendable abonar tus plantas al menos dos veces al año, añadiendo más composta para que los minerales y nutrientes de la tierra se recuperen.
Consejos para regar tus cultivos:
Los riegos se realizan frecuentes y cortos, pero en menor cantidad para no encharcarlas.
No se debe regar a presión. Utiliza regaderas con florón para que el agua caiga suave.
Según el tipo de planta se debe de ajustar la frecuencia y duración, igual que en el momento de desarrollo, la época de año y meteorología por la densidad de la plantación.
El horario para regar cambia según la estación del año; en verano se practica a primera hora o cuando se ha puesto el sol, y en invierno, otoño y primavera, en las horas centrales del día.
Todos los recipientes deben tener un agujero para drenar evitar la acumulación.
Es bueno evitar mojar las flores, frutos y hojas para impedir la aparición de hongos.
¿Cómo preparar la cama de cultivo en el recipiente y siembra?
Coloca una capa de arcilla o grava expandida al fondo del recipiente para asegurar un buen drenaje y evitar el encharcamiento al nivel de las raíces.
Rellena el recipiente con sustrato o tierra procurando que quede suelto y sin grumos. Deja dos dedos de espacio entre el sustrato y el ras de la superficie.
Alisa la superficie del sustrato con un rastrillo o pala pequeña.
Siembra un mínimo de cuatro plantas por variedad para garantizar el correcto proceso de florecimiento y reproducción.
Listo, ahora puedes sembrar tus semillas u hortalizas, al terminar recuerda regarlas sin presión y con agua suficiente para que el sustrato se humedezca.
Beneficios de hacer un huerto urbano:
Hacerlo no solo te permitirá ahorrar cultivando tus propios alimentos, sino también ganar en salud al poder prescindir de pesticidas e iniciando una nueva actividad que involucra tanto al cuerpo como a la mente.
Producimos nuestros propios alimentos y sabemos qué estamos comiendo con nuestros huertos caseros.
Redescubrimos los aromas y el sabor de las hortalizas y frutas.
Mejoramos nuestros hábitos al comer más sano.
No contribuimos en los aumentos de agriculturas intensivas y alimentos transgénicos.
Mejoramos la biodiversidad de la ciudad y calidad del aire, aunque en pequeña escala, es nuestra contribución a la sostenibilidad de las ciudades.
Mejoramos nuestra relación con la naturaleza, conocemos los ciclos naturales de la tierra y ciclos biológicos de los vegetales, sus propiedades, aumentamos nuestros conocimientos del medio natural, etc.
Aporta beneficios a nuestra salud mental, es una excelente actividad antiestrés, divertida, relajante y saludable.
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