Por: Paulina De Jesús García
Integrante del Consejo Ciudadano Estatal.

El trabajo, el estudio, la rutina diaria del ser humano ha provocado que se desarrollen trastornos en nuestros hábitos alimenticios desde la niñez hasta la juventud, esto, por la necesidad de sacar adelante el futuro que nos espera y que construyamos. Pleonasmo o no, es triste ver como los adolescentes como yo, padecemos el no poder realizar nuestras comidas a nuestras horas y a nuestro gusto.

Por eso, he aprendido en mi carrera, la cual es igual de interesante que las demás, el significado de la buena nutrición, la cual consiste en la simple y sencilla razón de que nuestro organismo asimile los alimentos y líquidos necesarios para el funcionamiento, crecimiento y mantenimiento de sus funciones vitales.

¿Sabías que?

Algunas Investigaciones indican que las escuelas cuentan con una baja disponibilidad de frutas, verduras y agua, en contraste con la alta oferta de galletas, pastelitos, botanas y bebidas azucaradas. Lo anterior revela que un porcentaje muy elevado de planteles de educación básica incumplen con los lineamientos. Además de que se encontró un bajo porcentaje de material educativo para el cumplimiento de los mismos.

Recientemente una revisión sistemática sobre la prevalencia de sobrepeso y obesidad en escolares y adolescentes de América Latina, realizada por investigadores del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP y de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Emory.

Con datos publicados entre el 2008 y el 2013, se estimó que 3.8 millones de niños menores de 5 años, entre 22.2 y 25.9 millones de escolares y entre 16.5 y 21.1 millones de adolescentes presentaron sobrepeso u obesidad en la región. En total, entre 42.5 y 51.8 millones de niños de 0 a 19 años estarían afectados por este problema, es decir, alrededor del 20-25% de la población. Por lo tanto, se concluye que resulta apremiante la implementación de programas para controlar y prevenir el aumento de peso  en niños y adolescentes en América Latina.

La clave para la mejora de tu alimentación es el cambio de hábitos o costumbres en tu dieta, ¿y porque no?, hasta de gustos, incluyendo  las verduras.

Como ejemplo incluyo la siguiente grafica ilustrativa. Estoy para servirte, si existiera alguna duda, a través de mi correo [email protected]