43 #Ayotzinapa: Exigimos la verdad

Noticias| 12 nov. 2014

Hace más de cuarenta días jóvenes estudiantes, con ganas de aprender, con deseos de mejorar para ellos y sus familias, fueron emboscados por fuerzas municipales de Iguala infiltradas por la delincuencia organizada, la orden que tenían dichas fuerzas: encargarse del problema de los "normalistas revoltosos".

Así Guerrero se pintó de sangre, de miedo y de indignación. 43 estudiantes desaparecidos, 43 familias rotas y seguimos en la espera de respuestas que no llegan.

Primero, las noticias llegaban confusas, más de cuarenta, varios muertos, estudiantes, ciudadanos, todo señalaba a un culpable, José Luis Abarca, presidente municipal de Iguala, Guerrero. ¿Cómo era posible que un hecho tan atroz fuera cometido por la autoridad que juró proteger a sus ciudadanos? Abarca entonces se convirtió en el siniestro personaje de un cuento de horror; comenzaron a aparecer relatos de otros crímenes que habia cometido, de hostigamientos, asesinatos y corrupción. ¿Nadie se había dado cuenta de quién era él?

Denuncias y declaraciones aparecieron, historias que helaban la sangre, y mientras la cloaca era destapada, los culpables huían, se escondían y la autoridad mostraba su incompetencia para encontrarlos, para dar respuestas, para hacer valer la ley.

Los días pasaron, funcionarios renunciaron, pero los 43 de Ayotzinapa siguen sin aparecer, sin embargo lo que sí aparece son fosas llenas de cuerpos de desconocidos que nadie atina a reconocer, ciudadanos mexicanos asesinados gracias a la complicidad e ineficiencia de autoridades corruptas y omisas.

Al día de hoy no sabemos la realidad de los 43 normalistas que fueron desaparecidos y hoy engrosan la ya tan terrible cifra de personas no encontradas en nuestro país.

Hoy el estado de las cosas nos dice que nada va bien, como el Gobierno Federal se empeña en hacer creer, la indiferencia hacia los pobres, la delincuencia que ha permeado en el gobierno, la corrupción y cinismo de autoridades cómplices, la desigualdad y la apatía, son tan solo una muestra de que nada está bien.

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