Fracasan en estados unidades antiplagio

Réplica de Medios| 1 dic. 2015
 
 
 
Cd. de México (30 noviembre 2015).- A seis años de su creación, las Unidades Especializadas de Combate al Secuestro (UECS) no logran consolidarse en los estados.
 
En 2009, cuando arrancó formalmente el proyecto como parte de la Estrategia Nacional de Prevención del Delito y Combate a la Delincuencia, el País registraba mil 162 averiguaciones previas y carpetas de investigación de secuestro -en el fuero común- en las 32 entidades.
 
Para 2014, las fiscalías estatales reportaron mil 395 casos.
 
El pico más alto de que se tenga registro se presentó en 2013, con mil 683 indagatorias, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
 
En lo que va del año se han registrado 855 denuncias por secuestro que involucran a mil 64 víctimas.
 
Sin embargo, diversas organizaciones de la sociedad civil han insistido en que hay una cifra negra de secuestros que no se denuncia o de casos que toma la Policía Federal, pero que las entidades no reportan.
 
La Coordinación Nacional Antisecuestro advierte que las UECS presentan un déficit de elementos, así como insuficiencia de software, bases de datos y de equipo tecnológico.
 
También, agrega, carecen de instalaciones adecuadas, adolecen de estructura administrativa además, su personal requiere mayor capacitación.
 
Esto, a pesar de que año con año Gobernación apoya la "instrumentación de la estrategia en el combate al secuestro", independientemente de los recursos que destinan los estados.
 
En 2014, la Segob canalizó 440.6 millones de pesos para las UECS, vía el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública y en 2015 acordó el suministro de 476.7 millones.
 
Patricia Bugarín, Coordinadora Nacional Antisecuestro, pidió más apoyo de los estados.
 
"Muchas de las unidades no cuentan con los instrumentos necesarios, o bien, requieren todavía de más, tienen el mínimo, pero todavía requieren más.
 
"Entonces el llamado es a los titulares de procuradurías y fiscalías a que pongan un mayor énfasis en las necesidades de las unidades", expresó en entrevista con REFORMA.
 
La funcionaria consideró que las unidades de Puebla, Morelos, Sinaloa, Nuevo León y Jalisco son las que operan en mejores condiciones.
 
Puebla tuvo el mismo número de secuestros (33) en 2014 y 2015, y en las otras cuatro se redujo.
 
Según el diagnóstico de la Coordinación, la unidad del DF requiere mejoras en sus instalaciones, capacitación para el personal, así como "seguir mejorando con equipo propio".
 
Urge avances en homologación
 
 
Para la titular de la Conase, las Unidades Especializadas de Combate al Secuestro (UECS) todavía tienen carencias, por lo que los estados deben apoyarlas de manera más decidida.
 
"En algunos estados no se les ha fortalecido a totalidad o a cabalidad como se esperaría", expresa la Coordinadora Nacional Antisecuestro en entrevista con REFORMA.
 
"Lo que nos está faltando todavía es que cada estado tenga muy consciente el reforzamiento de las capacidades de sus unidades antisecuestro".
 
La conformación de estas unidades es un objetivo que el Consejo Nacional de Seguridad se trazó desde 2008, sin que hasta el momento se haya podido consolidar.
 
"Todos los estados cuentan con su unidad especializada; sin embargo, no todos han logrado el mismo avance en el fortalecimiento de las mismas. En participación y compromiso todas están en 10, en condiciones de igualdad no; en eso tenemos que seguir trabajando, en homologación nos falta mucho.
 
-¿Los estados están haciendo su tarea?
 
-Considero que nos falta todavía. Mi llegada a esta coordinación implicó llevar continuidad en el trabajo; esto es, seguir concertando o configurando lo que ya se venía haciendo bien, pero hacer nuevas propuestas. Creo que se avanzó muchísimo por parte del actual Comisionado (Nacional de Seguridad, Renato Sales), estableciendo las redes de comunicación. Hoy vemos que lo que tenemos que insistir con las autoridades es que no basta con la comunicación; es importante el trabajo de capacitación, de perfeccionamiento y también el de supervisión.
 
-¿Qué le pide a los estados?
 
-La invitación a los Gobiernos, incluidos los que van llegando, es respetar el trabajo que ya se viene haciendo con las unidades, porque si nosotros vemos que hay un cambio de Gobierno y consecuentemente un cambio de autoridades, es como desechar lo que ya se ha venido haciendo.
 
-¿Este sexenio veremos unidades verdaderamente especializadas en todo el País?
 
-Sí, yo espero que sí lo veamos. Espero que haya de verdad este compromiso de los estados para dotar de los equipos, el personal humano, de las mejoras laborales que también los propios elementos necesitan para que podamos garantizar que va haber una reacción favorable; que eso es factible, que lo estamos llevando todo para que esto se concluya; y que si nos falta algo, invitar a los propios estados a que lo hagan. Sí es factible, creo que las condiciones están dadas.
 
Desde sus oficinas en la Colonia Del Valle, la Coordinadora advierte que las auditorías al ejercicio de los recursos federales destinados a las UECS no son por desconfianza.
 
No obstante, refiere que en una revisión preliminar, se detectó que las procuradurías no aplican los recursos, o bien, los reprograman para otras áreas.
 
-¿Dónde encontraron focos de alerta?
 
-Hay un requerimiento o una explicitación de necesidades. Cuando hacemos la primera revisión (decimos) ¿dónde están los recursos, cómo se están aplicando?, y encontramos que hay áreas que no los han solicitado, que no han hecho la gestión o que, pese a haberla hecho no ha sido favorable. Las razones pueden ser varias: que se solicitó, pero no se metió en tiempo; se solicitó, pero faltó documentación; se solicitó pero se hizo petición para aplicarlo a algo que no es posible ya sea legal o físicamente.
 
-¿Qué sanciones se van aplicar si se hallan irregularidades?
 
-Si fuera el caso, podrá haber sanciones administrativas. Si fuera un caso de un desvío, podrán ser hasta sanciones penales, pero me parece que lo que estamos viendo es una no correcta aplicación (de recursos) desde el punto de vista administrativo.
 
Bugarín, quien asumió el puesto el 9 de septiembre, anunció que la Federación dará continuidad al plan de trabajo que diseñó en 2014, cuando se creó la Coordinación Antisecuestro.
 
Sin embargo, consideró necesario que los estados "muevan" sus estrategias para optimizar sus unidades y mejorar el combate al delito.
 
-¿Qué implicaría ese cambio?¿Debe haber continuidad o continuismo?
 
-Yo considero que continuidad en el trabajo, pero sí cambio y evolución de las estrategias (de los estados). Las estrategias deben ser macro. Debemos compartir información entre los estados vecinos y a veces hasta con los que no son vecinos. Esto significa que los estados tienen que incrementar sus niveles de eficiencia, el grado de avance de investigación, la comunicación entre ellos y por supuesto con la Federación.
 
El delito de secuestro ha descendido 29 por ciento en los primeros 10 meses del año, en comparación con el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con estadísticas oficiales.
 
Aunque Bugarín destaca esa tendencia, reconoce que no es suficiente y que las cifras siguen siendo altas.
 
-¿Cuál es la meta para este sexenio?
 
-Lo que hemos insistido, y que ésa es la ventaja de la transparencia de las cifras es que ahí están, que no las debemos desconocer. La reducción está ahí; sin embargo, la cifra de lo que se ha denunciado también, entonces no es para sentirnos contentos, estaríamos muy contentos que la cifra fuera cero, por supuesto. Esperamos que la tendencia siga, pero lo ideal es llegar a una tasa cero.
 
-¿Es realista pensar en una tasa cero?
 
-Ésa es una meta; en términos de coordinación la meta que nos planteamos es lograr la verdadera coordinación; ésa es la primera meta. Y dos, que entremos a lograr que las unidades estén debidamente equipadas, que cuenten con el recurso humano necesario, y que el recurso humano tenga las condiciones laborales y de trabajo adecuadas. A lo mejor no está en las manos de la Coordinación decir que se va lograr un abatimiento, no está en mis manos, está en manos de todos los que trabajamos en esta cuestión.
 
 
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