Actualmente viven en México más de 630 mil niños y adolescentes, hijos de migrantes mexicanos, que nacieron en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos.

 

Uno de los problemas que enfrenta este sector es la imposibilidad de tener la binacionalidad, y con ello contar con acceso a educación, salud y servicios sociales en el país, indicó Reyna Torres Mendívil, directora de Protección a Mexicanos en el Exterior, de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

 

Entrevistada en el contexto de la tercera Reunión de vinculación sobre protección y atención a migrantes, la diplomática resaltó que para subsanar esta situación la cancillería colabora con el Registro Nacional de Población e Identificación Personal (Renapo) para lograr que ya no sea requisito presentar el certificado de nacimiento estadunidense apostillado, es decir, con validación internacional, para que obtengan de forma expedita la nacionalidad mexicana; muchos de esos niños regresan al país debido a que sus padres son deportados.

 

Así como se logró que la SEP no pida ese documento para inscribirlos en la escuela, existe la posibilidad de que antes de que concluya este año se les otorgue acceso a salud y otros servicios sociales, dijo.

 

Así podrán ser plenamente reconocidos como ciudadanos estadunidenses y mexicanos, para que tengan acceso no sólo a educación, sino a salud y posiblemente a un esquema de protección social de Sedesol, para que puedan ejercer sus derechos como mexicanos, destacó.

 

Durante su intervención, la canciller Claudia Ruiz Massieu indicó que en el ciclo escolar 2013-2014 estaban inscritos en prescolar, primaria y secundaria más de 300 mil niños nacidos en el extranjero, la gran mayoría en Estados Unidos.

 

Torres Mendívil agregó que otro problema que enfrentan estos menores se relaciona con el idioma, pues muchos no hablan español y en ocasiones son víctimas de acoso en la escuela.