Las Villas necesitan una solución inteligente

Jal.| 12 jul. 2014
Recientemente a través de las redes sociales, abrimos un debate para discutir el futuro de las Villas Panamericanas. De manera directa convocamos a que la gente diera su opinión respecto a qué se debe hacer con las instalaciones y cómo se puede reutilizar este espacio. Las Villas Panamericanas nacieron como un proyecto inmobiliario que, una vez terminados los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, proyectaría vivienda nueva para la ciudad. Para realizar este proyecto se invirtieron recursos públicos (inversiones a través del fondo de Pensiones del Estado) y privados. El costo del proyecto fue mayor a los 1,100 millones de pesos. Lamentablemente, una cadena de errores, corrupción y negligencia gubernamental y privada convirtieron a este proyecto en un elefante blanco que hoy cuesta cerca de un millón de pesos al mes de mantenimiento. Han pasado casi tres años y las autoridades han sido incapaces de proponer una solución inteligente. La demolición es una medida ingenua que representaría pérdidas multimillonarias, asimismo ha quedado demostrado que el impacto ecológico es tan grave que no podemos seguir con el proyecto original, pues saturaría la zona y afectaría el medioambiente. Desde que abrimos la consulta hemos recibido decenas de propuestas, muchas de ellas muy interesantes. La mayoría opinó que lo mejor sería hacer villas universitarias y albergues para estudiantes que vienen de fuera. Varios más, como el cibernauta Asler Cavatope, comentaron que lo mejor sería hacer un albergue o casa para niños de la calle. Mientras que otros proponían convertir las villas en casas de descanso para los adultos mayores o convertirlo, como sugirió Ahaí Diana López, en un centro de investigación y protección del bosque. La reutilización social de este equipamiento fue una de las respuestas más repetidas. Aunque no se trata de una encuesta formal y con base científica, ahí hay muchas ideas inteligentes. Es urgente que las Villas Panamericanas reciban una utilización que beneficie a la ciudad y mitigue los daños ambientales a través de agresivos ajustes al proyecto original. Todavía estamos a tiempo de actuar.
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